jueves, 4 de septiembre de 2014

Carta al ministro de Obras Públicas sobre el fracaso del SITRAMS

Estimado Gerson Martínez:
Dicen que ni siquiera es tu culpa, que lo del SITRAMS Funes y el partido te obligaron a aceptarlo, aunque vos sabías que estaba mal hecho el proyecto. Puede ser, pero esto no te exime de culpa: Fuiste el ministro de Obras Públicas cuando se planificó mal. Fuiste el jefe del MOP cuando se crearon de manera poco transparente las empresas para manejar el proyecto. Puede ser que fueron tus compañeros de partido que manejan ALBA y el viceministro de Transporte quienes impusieron estos chanchullos, pero el ministro fuiste vos. Puede ser que la compra de los buses en Brasil se manejó por órdenes del presidente Funes – pero el ministro fuiste vos. Si te olía mal el tamal, tal vez no lo pudiste parar –es difícil ir contra los amigos de Funes y los de José Luis Merino juntos-,  pero pudiste renunciar.

Así que ahora que el desastre es tan evidente que ya no se puede esconder, ya no te podés zafar: Vos como ministro de Obras Públicas sos el responsable del SITRAMS. Hoy que los usuarios del transporte público y los automovilistas empiezan a realizar que el caos que el SITRAMS les está causando no es transitorio, sino que será permanente, a vos pediremos cuentas y explicaciones – y disculpas.
Por culpa de todos ustedes (Funes, Nelson García, ALBA, el FMLN, y vos, como ministro responsable), el proyecto del nuevo sistema de transporte urbano se hizo sin tomar en cuenta los estudios técnicos; se hizo en la única ruta donde nunca debería pasar, que es la Juan Pablo. Con esto, ustedes no sólo se cagaron en el transporte público, sino al mismo tiempo en el transporte vehicular entre la capital y la zona Soyapango-Ilopango-San Martín con sus centros habitacionales e industriales. Y de paso se cagaron en el Centro de San Salvador: lo dividieron en dos y lo cargaron, por siempre, con un tráfico insoportable, no sólo en la Juan Pablo, sino en todas las rutas alternas, incluyendo el centro histórico.
Y todo esto, ¿por qué? ¿Realmente pensaron que necesitaban hacer todo este desmadre para ganarle a  Norman en las elecciones presidenciales? ¿Lo hicieron para quitarle el proyecto Metrobus? ¿Y para no dejarlo tan evidente, decidieron cambiar la ruta que originalmente pasaba por el centro, dejando la Juan Pablo libre para evacuar el tráfico vehicular?
¿O más bien fueron razones de negocio más que electorales? ¿Hicieron todo tan acelerado, sin planificación, sin debate público, para sacar provecho financiero antes de que terminara el quinquenio de Funes?
Sea como sea, ahora tenemos el resultado: la ruta equivocada, una Juan Pablo y un Bulevar del Ejército atrofiados y permanentemente al borde del infarto; costos adicionales; empresas que ni el público ni los transportistas aceptan: el centro de la ciudad enfrentando un colapso permanente.
Ya los ciudadanos comienzan a entender que el SITRAMS ni siquiera va a aliviar el transporte público de buses – y que todos pagaremos un alto precio sin recibir nada a cambio. Mal negocio para el gobierno, mal negocio para los transportistas, mal negocio para los usuarios, mal negocio para la ciudad y su alcaldía, mal negocio para las empresas en la zona industrial, mal negocio para los pasajeros, mal negocio para los automovilistas. Y espero, de toda corazón, mal negocio para el FMLN, que con todo este caos del SITRAMS encima tiene que ir a elecciones en marzo.
Y la pregunta del millón, Gerson: ¿Vas a tener la valentía de parar esta locura, o vas a insistir en llevar este proyecto hasta Santa Tecla, cagándote en la otra mitad de la ciudad?
Saludos, Paolo Lüers
(mas!/El Diario de Hoy)