sábado, 19 de abril de 2014

Carta a quienes atacaron a una procesión de Vía Crucis

No sé quienes son ustedes que en San Pedro Perulapán atacaron con armas de fuego a dos personas que iban dentro de la procesión de Vía Crucis. Dicen que Marcos Portillo Mejía, de 23 años, recibió un balazo en la cabeza y cayó a los pies del sacerdote.
En caso de ser cierto lo que policía y periodistas dicen que ustedes son pandilleros, no tienen idea del daño que han hecho. Más allá del crimen contra dos ciudadanos, han ofendido a la Iglesia, al pueblo en su mayor fiesta religiosa – y a su propia pandilla, cuyos máximos líderes han empeñado su palabra que este tipo de ataques ya no iban a ocurrir. Si ustedes son pandilleros, han ofendido a su comunidad y a sus propios dirigentes, dejándolos como hombres sin palabra.

Si ustedes que atacaron a balazos uno procesión son pandilleros, hicieron un gran daño al proceso de paz, que todas las pandillas del país firmaron y llevan a cabo. Hace pocos días, uno de sus jefes, en una entrevista telefónica con El Faro, afirmó que a pesar de la nueva escalada de choques violentos entre pandilleros y policías mantienen el compromiso con la tregua. Expliquen ustedes, entonces, qué diablos estaban haciendo en San Pedro Perulapán, atacando una procesión católica un día después de que monseñor Fabio Colindres celebrara una misa en Ilopango, ante cientos de pandilleros, cómo gesto visible que el compromiso con el proceso de paz sigue vigente. Le metieron un cuchillo en la espalda.

Me consta que el mismo día del ataque en San Pedro Perulapán cientos de miembros de pandillas, en todo el país, hicieron alfombras y participaron en las procesiones. A todos ellos, ustedes los ofendieron.

Repito: No me consta que ustedes fueron pandilleros. Es lo que siempre dicen, y a veces es cierto, a veces es mentira. En caso que ustedes que cometieron este estúpido crimen son pandilleros, sus jefes van a tener que actuar, si no quieren quedar como gente sin palabra. Y en caso que ustedes son unos machos sin dueño, que no corresponden a ninguna pandilla, ellos también van a tener que actuar, porque no pueden permitir que donde ellos dejan de cometer ofensas contra la comunidad otros como ustedes llenen el vacío y actúen impunemente.

En ambos casos, sean ustedes pandilleros o no, este crimen no quedará impune. Ofendieron a la comunidad, al pueblo en su fervor religioso, e incluso a las pandillas. Lo mejor que pueden hacer es presentarse a la fiscalía o la PNC, y rezar que el muchacho que balearon no se muera. No sé cual es la pandilla que opera en esta parte de San Pedro Perulapán. A la que sea le digo que no tienen porqué proteger a los que cometieron esta locura. No tienen porqué dejarse arrastrar a una nueva escalada de violencia – ni por las provocaciones de autoridades que no entienden el proceso de paz, ni tampoco por unos pocos entre su propia gente que no quieren entender.

Mando mi solidaridad a la gente de San Pedro Perulapán. Paolo Lüers 
(Más!/EDH)